28/7/11

Aguirre, la cólera de Dios


Aguirre la cólera de Dios, carátula de la película de Herzog y Kinski. Tecnoculturas.com

Título original: Aguirre, der zorn gottes (1972)
Director: Werner Herzog
País: Alemania
Género: Aventuras
Intérpretes: Klaus Kinski, Helena Rojo, Del Negro, Ruy Guerra, Peter Berling
Duración: 100 minutos


Aguirre, la cólera de Dios es una película sin duda imprescindible, la cual tendremos que ver más de una vez para apreciar en todos su detalles. Es una forma de descubrir tanto a un director como a un actor enormes.

Werner Herzog, director de la película Aguirre la cólera de Dios. Tecnoculturas.com
El director, Werner Herzog, es un tipo atrevido y transgresor, tanto en el fondo como en la forma de hacer cine.

Uno de los mayores exponentes del cine alemán, Herzog es políticamente incorrecto y tozudo, se embarca con muy pocos recursos en proyectos que cualquier otro consideraría cosa de locos, y esta película es un buen ejemplo de ello. Se abordaron con muy poco presupuesto rodajes en plena selva, escenas que sólo podrían ser filmadas en una ocasión sin oportunidad de ser repetidas en caso de error.

Situaciones límite, la espontaneidad de actores en su mayoría prácticamente desconocidos y una falta total de moralidad en sus historias y en los métodos para llevarlas al celuloide. Estos son sólo algunos de los ingredientes que podemos encontrar en las películas de este magnífico director.

Y Aguirre es quizá el mejor ejemplo de todo esto, una experiencia límite en muchos sentidos.

En cuanto al protagonista, Klaus Kinski, estamos ante un genial e inconmensurable megalómano. Condición que ha demostrado sobradas veces, tanto en sus apariciones públicas como con su comportamiento en los rodajes; allá donde iba tenía que convertirse en el centro de atención, sin importar cómo.
Klaus Kinski caracterizado como Don Lope de Aguirre en Aguirre, la cólera de Dios. Tecnoculturas.com

Personalidad que encaja perfectamente en muchos de los personajes que interpretó a largo de su carrera; durante la cual participó en 21 largometrajes.

No le hacía falta fingir la locura porque es algo que iba con él, la llevaba en el alma y sabía sacarla a relucir en la mirada, la expresión, en cada uno de los extraños movimientos que realizan personajes como este Aguirre.

Su relación con Herzog, del cual fue actor fetiche, era una complicada historia de amor-odio. A lo largo de ésta sucedieron infinidad de anécdotas, las cuales fueron recopiladas en un documental que el  director filmó años después, llamado 'Mi enemigo íntimo' (1999).





La historia trata de una expedición de Conquistadores españoles que van a la búsqueda de la mítica El Dorado, la ciudad del oro. Como la Fuente de la Eterna Juventud, no era más que una fantasía creada por los indios para conseguir quitarse de encima a los españoles, haciéndoles perder tiempo, vidas y recursos tras algo inexistente. O quizá fueran leyendas arraigadas en la cultura india, que ante la llegada de los invasores se tornaron útiles cebos en los que hacer caer a los incautos y ávidos aventureros.


Imagen de los Andes en una escena inicial de la película Aguirre, la cólera de Dios. Tecnoculturas.com

Fotograma de la escena inicial de la película

Herzog se basa parcialmente en la historia para construir su relato, mezclando las crónicas de dos expediciones que realmente se llevaron a cabo, así como en el controvertido personaje histórico de Don Lope de Aguirre, apodado el Loco y el Tirano por sus desmanes, y que formó parte de una de esas expediciones.

Se desarrolla así una increíble aventura a través del río Amazonas, con los expedicionarios rodeados en todo momento de enemigos invisibles que se ocultan en la selva; completamente desorientados y en un lugar que claramente no es el suyo. Y es que las mismas escenas iniciales, donde vemos a cientos de soldados y esclavos atravesando a duras penas los riscos y la embarrada selva, nos anticipan de alguna manera lo que vendrá después.


El protagonismo de la naturaleza

Será una hora y media en la que dos elementos rivalizan con Kinski en protagonismo: el río y la selva amazónica. El primero de ellos es hipnótico, cautivador, se vuelve peligroso y amenazante por momentos, para tornarse espeso y aplastante. Es el verdadero conductor de la expedición, el que mueve al grupo a su conveniencia; marca el ritmo y lo expone al peligro cuando le parece.

La selva, por otra parte, no puede evitar ser más que un escenario. Su presencia es implacable, parece estar observando a cada momento a nuestros protagonistas y jugando con ellos a su antojo; su poder es el de fascinarlos para después llevarlos a la locura, y no dudará en hacerlo.

Este protagonismo de los elementos de la naturaleza lo veremos en muchas películas posteriores, como en el caso de 'Apocalypse now', de Francis F. Coppola, el cual reconoció la influencia de 'Aguirre, la cólera de Dios' en su obra.


Vista aérea del río y la selva del Amazonas, donde se desarrolla la película Aguirre, la cólera de Dios. Tecnoculturas.com

Vista aérea del Amazonas

En ningún momento del filme se trata de juzgar a nadie, ni siquiera sus intenciones. Herzog nos muestra la naturaleza humana al desnudo en toda su crudeza, pero no entra a valorarla; la conoce demasiado bien como para atreverse a ello.

Se muestran las consecuencias de la codicia, el ansia de poder y aventuras, y cómo esto puede llevar al desastre y a la destrucción al ser humano. Vemos las atrocidades y desmanes cometidos, pero también el lado humano de los personajes.  

Kinski ejecuta a la perfección el papel de líder implacable y sin piedad que sin embargo tiene el carisma, la fuerza y la valentía suficientes como para motivar a sus hombres y mantenerlos fieles a su liderazgo hasta el fin. Incluso cuando es evidente que su autodestructiva personalidad los lleva a todos a la perdición. Es un hombre unido a un destino, y como el capitán Ahab en 'Moby Dick', no permite que nada se interponga entre ellos.

Escena de la película Aguirre, la cólera de Dios, donde se ve a los expedicionarios en busca de El Dorado a la orilla del río Amazonas. Tecnoculturas.com
La cinta es un resumen y una explicación bastante clarificadora de los sucesos ocurridos durante los años de la Conquista, así como de lo inevitable de los mismos.

Lo que sucedió iba a suceder de todos modos, la única duda era sobre quienes serían los protagonistas.

Eran tiempos en los que no había lugar a las tribulaciones ni consideraciones morales con las que supuestamente nos manejamos hoy en día.

Y es que dejando aparte la hipocresía y lo mucho que nos gusta disfrazar la realidad, es un hecho que nada tenemos que envidiar a éstos buscadores de gloria; sobre todo en lo que a capacidad destructiva se refiere.

Rodada en Perú, en la zona cercana a la ciudad de Iquitos, en su reparto hay actores de hasta dieciséis nacionalidades distintas. Don Pedro de Ursúa es Ruy Guerra, un actor portugués, mientras que su mujer Doña Inés de Atienza es Helena Rojo, una actriz mexicana. Un polaco interpreta el papel de Don Fernando de Guzmán y un argentino el del malvado Perucho.


Un rodaje más que tormentoso

Hay interesantes anécdotas sobre el transcurso de la filmación, muchas relacionadas con los constantes enfados de Kinski. El actor dice que Herzog le obligó a rodar a punta de pistola, pero según el director, solamente le encañonó una ocasión; cuando Kinski amenazó con marcharse a mitad del rodaje. La razón que adujo el temperamental intérprete fue que Herzog no quería despedir a un técnico de sonido que le caía mal.

En cuanto a los monos que aparecen en la película, el director cuenta que encargó a unos cazadores que los capturasen, pagándoles la mitad por adelantado. Pero luego ellos decidieron venderlos a otro comprador de Estados Unidos que ofreció una cantidad mayor. Entonces (y siempre según su relato), Herzog se personó en el aeropuerto y los engañó haciéndoles creer que era un técnico de la aduana y que los monos tenían que pasar una inspección veterinaria, y en realidad los cargó en su coche y desapareció con los animales.


Aguirre rodeado por sus fieles
 
Kinski realiza en su delirante autobiografía un retrato dantesco del rodaje, en el que se hace evidente que mezcla en el mismo la fantasía con la realidad, la ficción de la película con las dificultades que realmente se pudieron dar durante la filmación de la misma.

Hay que dejar claro ante todo que esta no es una película para todo el mundo. Requiere paciencia y apertura de miras, tiene mucho de experimental y atípico. Puede sonar a tópico, pero es indudable que es una de esas películas que no admiten el término medio, o se ama o se odia.

Sus críticos dicen que el ritmo es lento, sobre todo en momentos en los que se quiere representar la supuesta calma de la selva. Aunque en realidad se trata de una sensación falsa, ya que en las mismas caras de los protagonistas se adivina que no hay lugar para el descanso en esta aventura, e incluso en esos instantes aparentemente tranquilos se nota que la procesión la llevan por dentro.

Hay muchos momentos en el filme que parece que no tienen sentido, que no dicen nada, pero nada más lejos de la realidad. Están ahí para ser observados, es arte cinematográfico que hay que contemplar como si se estuviera viendo un cuadro, no limitarse únicamente a ver lo evidente.


Fotografía y banda sonora, impecables

Llama la atención lo bien que consigue la película introducir al espectador en la dinámica de la expedición, lo hace partícipe de las dificultades y tribulaciones que acontecen. A esto ayuda el aspecto y ritmo del filme, similar en ocasiones a un documental, lo que le añade un extra de realismo.

Aguirre la cólera de Dios, póster promocional de la película de Herzog y Kinski, versión inglesa. Tecnoculturas.com
Es imprescindible reseñar además de la magnífica fotografía, llena de impactantes paisajes y una bellísima naturaleza salvaje, y la hipnótica banda sonora del grupo alemán progresivo-electrónico Popol Vuh (elegido por Herzog para muchas de sus películas).

Los oníricos sonidos que conforman dicho fondo musical son conseguidos con la utilización de un peculiar instrumento llamado mellotrón, prácticamente en desuso en la actualidad, aunque gozó de cierta popularidad en la década de los 70.

Notaremos su presencia especialmente en las escenas inicial y final de la película, ambas muy acertadas y que constituyen un buen resumen del mensaje que contiene la misma.

Si tras ver la película a alguien le quedan ganas de más Aguirre también puede ver la superproducción española 'El Dorado' (1988), dirigida por Carlos Saura; en mi opinión bastante inferior a la aquí comentada a pesar de contar con mucho más presupuesto.

Otra opción es la de leer libros como 'La aventura equinoccial de Lope de Aguirre', 'El camino de El Dorado', 'Los Marañones', obras de teatro como 'Lope de Aguirre: crónica dramática de la historia americana en tres jornadas', de Gonzalo Torrente Ballester; e incluso cómics, con una serie de tres álbumes ('Lope de Aguirre: La aventura, La conjura y La expiación').

Y claro, eso será sólo el principio. Ya que como todos saben, siguiendo al río, poco después de los rápidos, está la ciudad de El Dorado.


Trailer promocional (en su idioma original): 





Enlaces:

Película 'Aguirre, la cólera de Dios' en DVD [Amazon]

Libro 'La aventura equinoccial de Lope de Aguirre' [Amazon]
  
Cómic 'Lope de Aguirre: La aventura' [Amazon]

Cómic 'Lope de Aguirre: La conjura' [Amazon]


Cómic 'Lope de Aguirre: La expiación' [Amazon]

Película 'El Dorado' en DVD [Amazon]

Iquitos (ciudad de Perú) [Wikipedia]

Relato de Kinski sobre el rodaje, tomado de su biografía

Ficha en IMDB del documental 'Mi enemigo íntimo'

4 comentarios:

  1. Interesante comentario de esta película, de la cual nunca había oido hablar, es una lástima que conozcamos tan poco la cinematografía (aunque sea extranjera) sobre nuestra historia.

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  2. Es una lástima si, que ni la cinematografía ni la historia misma; porque es algo fascinante a pesar de su crueldad. Pero… ¿qué época de la historia no está marcada precisamente por esto?

    En su día, un amigo mexicano se sorprendía de lo poco que sabíamos aquí sobre las personas que aparecían en los billetes que utilizábamos a diario (eran tiempos de las pesetas, y de los retratos de Cortés y Pizarro en los billetes). Y no dudó en explicarme las astucias de Cortés, sus alianzas con pueblos como los tlaxcaltecas, etc., cosas que en realidad pertenecen incluso más a su historia que a la nuestra. Lo hacía con orgullo ya que hablaba de sus antepasados; y esto no le impedía ser un defensor de la causa indígena y los derechos de los oprimidos. Claro que eso cuéntalo en éste país borreguil de consigna, pandereta, partido político y equipo de fútbol. Igual te entran ganas de llorar.

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  3. la pelicula esta muy bien , la accion no es lenta , muestra la calma tensa que va minando por dentro a los exploradores ,

    kinski es genial , no le hace falta practicamente ni hablar

    respecto al tema de la conquista ... , en aquella epoca era asi , no hay mucho mas que matizar, al menos los españoles aunque cruelespermitieron un mestizaje , los yankis exterminaron con eficacia de nazis a los nativos , no deberia tener tan mala fama algo tan comun creo yo .

    one saluto

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  4. Kinski merece un artículo para el sólo y sus locuras, es otro de mis futuribles

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